La coerción militar se refiere a la utilización de la fuerza militar para influir en el comportamiento de un oponente, manipulando su cálculo de costos y beneficios. A diferencia de la disuasión, que busca evitar que un oponente tome una acción específica, la coerción tiene como objetivo persuadir al oponente para que detenga una acción en curso o inicie una nueva, alterando su evaluación de las posibles consecuencias.

La coerción militar puede adoptar principalmente dos formas: coerción por castigo y coerción por negación.

  • La coerción por castigo intenta aumentar los costos de resistencia para el oponente, generalmente mediante la amenaza o el uso de fuerza para infligir daño directo, ya sea a su población civil o a sus fuerzas armadas.
  • La coerción por negación busca impedir que el oponente logre sus objetivos, reduciendo la probabilidad de que continúe resistiendo de manera efectiva. Esto se logra atacando las vulnerabilidades militares del oponente. Por ejemplo, destruyendo sus capacidades logísticas, interrumpiendo sus líneas de comunicación o capturando parte de su territorio.

El éxito de la coerción militar depende de la capacidad de cambiar la evaluación del oponente sobre las ventajas y desventajas de seguir resistiendo. Si los costos de resistencia superan los beneficios esperados, es más probable que el estado objetivo ceda a las demandas del que coerce. Sin embargo, la coerción no siempre tiene éxito. Su eficacia puede variar dependiendo de factores como la determinación del oponente, la naturaleza de las demandas, y la capacidad del que coerce para sostener la presión militar sin llegar a una derrota total del enemigo.

La coerción busca alcanzar los mismos objetivos que una guerra total, pero a un menor costo para ambas partes. Trata de forzar concesiones sin la necesidad de una victoria militar completa​.

La Coerción Militar
Las bombas atómicas que lanzó EEUU contra Japón son un ejemplo extremo de coerción por castigo. El objetivo era infligir un daño tan devastador que Japón no tuviera otra opción más que rendirse, lo cual finalmente ocurrió pocos días después de los bombardeos.

Sobre la influencia que tuvo la coerción en la hegemonía de Europa, os dejamos este artículo:

Bibliografía

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